Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada año nacen en el mundo 15 millones de niños prematuros, lo que representa 1 de cada 10 nacimientos. En España, tal y como apunta el Instituto Nacional de Estadística, los partos prematuros han aumentado considerablemente en los últimos 20 años hasta convertirse en uno de los países europeos con un mayor número de nacimientos prematuros.
La prematuridad es un problema de salud pública con importantes repercusiones sanitarias, sociofamiliares y educativas. Las complicaciones relacionadas con los partos prematuros son la principal causa de defunción en los niños menores de 5 años, y muchos bebés prematuros, si sobreviven, pueden enfrentarse a discapacidades físicas, neurológicas o de aprendizaje durante toda la vida.
Los prematuros son aquellos bebés nacidos vivos antes de cumplirse las 37 semanas de gestación y se clasifican en prematuros extremos o inmaduros ( Aunque no se sabe con exactitud qué desencadena un parto prematuro, son altamente conocidos los factores de riesgo asociados a la prematuridad:
Factores de riesgo generales independientes de la gestación (p. ej., edades extremas de la madre, clase social baja, consumo de tabaco, de alcohol o de drogas, enfermedades sistémicas, etc.).
Factores de riesgo relacionados con la gestación (p. ej., embarazo múltiple, alteraciones de la placenta, infecciones del líquido amniótico, hipertensión arterial del embarazo, etc.).
Factores de riesgo relacionados con el niño (malformación o defecto cromosómico).
La enfermedad periodontal, o inflamación de las encías, es uno de los factores generales independientes de la gestación que participa en la secuencia de sucesos que pueden provocar un parto prematuro.
Los cambios hormonales que se producen durante el embarazo lo que hacen principalmente es exacerbar una respuesta inflamatoria ya existente provocada por el cúmulo de placa bacteriana.
La enfermedad periodontal puede producir cambios sistémicos potencialmente capaces de interferir en el resultado del embarazo. El parto prematuro está relacionado con los mediadores de la inflamación que se generan en la enfermedad periodontal y que causan las modificaciones placentarias que lo desencadenan. Del mismo modo, la diseminación por vía sanguínea de las bacterias causantes de enfermedad periodontal se correlaciona, directa o indirectamente, con algunos casos de parto prematuro.
Por todo ello, mantener una buena salud periodontal en la mujer gestante y establecer un protocolo de actuación claro ante mujeres embarazadas con enfermedad periodontal serán dos puntos fundamentales para prevenir el nacimiento de un bebé prematuro y para evitar las graves consecuencias que un parto antes de tiempo puede provocar.
Dra. Iolanda Miró i Vinaixa
Redactora médica
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